Antes de que la humanidad pudiera escribir, e incluso antes de que pudieran hablar, el ritmo y los tonos individuales se usaban para comunicarse. La canción de un pájaro puede haber inspirado a un hombre prehistórico a imitar y mejorar el ruido. La evidencia de la música prehistórica es escasa, ya que no había lenguaje para describir el sonido a los descendientes. Los objetos de tambor y la imitación se consideran la primera "música". Esto continuó con la adición de palabras a medida que se descubría el habla.
Después del desarrollo de la escritura, la música se volvió más refinada. Se agregaron instrumentos artesanales. Se crearon armonías. Se usaron tubos, flautas, instrumentos de cuerda básicos y herramientas similares para crear los primeros sonidos que el hombre moderno podría reconocer fácilmente como música. La canción más antigua conocida tiene más de 4000 años, escrita en cuneiforme, y usa la escala diatónica. Este período se conoce como música "antigua".
Otros desarrollos crearon un sonido más regional, ya que los diferentes descubrimientos tecnológicos en diferentes áreas llevaron a instrumentos únicos. Si bien se supone generalmente que la "música clásica" es el sonido de compositores como Bach o Beethoven, en realidad se refiere a cualquier música de este período. La música generalmente estaba inspirada o apoyada religiosamente, y generalmente se enseñaba formalmente como una habilidad en lugar de desarrollarse a través de la experimentación. Como la notación musical se unificó regionalmente, las obras maestras compuestas del área generalmente se realizaban de acuerdo con el trabajo escrito rígido.
La música popular continuó poco después. Este era generalmente el sonido de las clases no aprendidas, aquellas que no podían escribir ni leer. Aprendida oralmente, esta música fue aprendida y modificada una y otra vez para reflejar el arte personal del intérprete. Este tipo de música a menudo retrata las preocupaciones de la clase analfabeta. Por lo general, no fue apoyado, sino tolerado, sino el gobierno y el liderazgo religioso. La tradición de la música folklórica aún continúa como un género musical hasta nuestros días en todo el mundo.
La música clásica se convirtió en un estilo de música moderno menos rígido, mezclándose con el concepto de arte personal de la música popular. Los artistas aún usarían piezas escritas o aprendidas, pero agregarían su toque personal. La música sonaba diferente cada vez que se tocaba, incluso cuando la tocaba el mismo intérprete.
La invención de la música grabada y la radio comenzó a deslizarse hacia atrás. La música grabada es muy rígida. Nunca cambia El público comenzó a esperar que las presentaciones en vivo fueran lo más cercanas posible a la música grabada que habían estado escuchando. Las partituras permitieron que los aficionados imitaran al intérprete original. Para atraer a un público más amplio, la música comenzó a ser menos una expresión de lo que el artista quería decir y más de lo que el público pagaría por escuchar.
Esta tendencia continúa hoy en forma de música siempre simplificada. La música tiene que ser rápida y fácil de identificar. La complejidad llevaría a ventas perdidas. Muchos estilos modernos renuncian a la letra o la melodía por completo. Reciclar música anterior en forma de muestreo le da al artista una audiencia instantánea, al tiempo que limita el arte posible.
Afortunadamente, Internet permite que cualquier artista de cualquier estilo combata el declive del arte musical. El bajo costo de entrada hace posible que casi cualquiera gane audiencia. El bajo costo también permite a los artistas realizar lo que desean, en lugar de complacer a un público más amplio. Con suerte, esto permitirá que las tendencias de la música popular se reviertan Envío de artículos, creando una música cada vez más artística y única en el futuro.
Le presentamos a Sara Bañeras Carrió, soprano en Barcelona que destaca por su sensibilidad musical, así como por una gran solidez técnica y una poderosa presencia escénica.
Sara Bañeras estudió canto de la mano del tenor Dalmau González y la soprano Ofelia Sala y en 2018 obtuvo el Máster en Ópera en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con honores.
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